En 1502 en la plaza Bib-Rambla se llevó a cabo la quema de 4000 manuscritos nazaríes por el Cardenal Cisneros que, recordemos, era asesor de la reina Isabel la Católica. Este acto contra la cultura tenía un objetivo claro: llevar al olvido más absoluto la civilización nazarí.

Pretender conseguir el olvido de una sociedad y la imposición de otra por medio de la fuerza y la represión fueron eje vertebrador de las actuaciones de Cisneros.

Pues hoy, en 2019, más de 500 años después y portando por bandera los valores de la intolerancia, nos encontramos con un hecho preocupante en Andalucía y que recuerda a los tristes hechos vividos en la Granada de inicios del S. XVI. El gobierno del PP-Cs, bajo el amparo de Vox, han eliminado de un plumazo “Los Girasoles Ciegos”, de Alberto Méndez, una de las grandes obras recomendadas en las directrices y orientaciones generales para las pruebas de acceso y admisión a la Universidad.

¿Eliminación casual? Recordemos que este libro se enmarca en la posguerra Civil Española. Época de represión, miedo y terror contra aquellos colectivos y personas que no fueran del pensamiento e ideología fascista. Época oscura que determinados partidos políticos de extrema derecha pretenden maquillar con actuaciones como esta. Época que no caerá en el olvido por mucho que se empeñen los terratenientes del tripartito andaluz en exiliar esta obra de nuestros centros educativos.

Vamos a presentar varias iniciativas parlamentarias pidiendo explicaciones y la rectificación de esta acción, puesto que no permitiremos que se realice la censura de un libro que humaniza conflictos, vivencias y sucesos de los hechos ocurridos tras finalizar la Guerra Civil que comenzó con el Golpe de Estado de Franco al gobierno legítimo de la II República.

Este hecho es un ataque más a la libertad del pueblo andaluz por parte de las tres derechas. Es el momento de decir ¡Basta ya! Es el momento de gritar que no queremos una sociedad que olvide su pasado y, para ello, es fundamental transmitir de generación en generación los horrores que se cometieron, donde la educación en los centros educativos es fundamental ya que esta debe ser la llave que abra al alumnado los caminos del saber, las ventanas de la tolerancia y las puertas de la fraternidad.

Un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.