La diputada provincial, Carmen Álvarez, se ha hecho eco de la denuncia de CCOO y lamenta que, “pese a haber estado en primera línea durante toda la pandemia, y en especial, en los momentos más duros, ahora no se les considere personal esencial para recibir las vacunas”.

La diputada provincial de Izquierda Unida en Cádiz, Carmen Álvarez, ha mostrado su apoyo a los trabajadores de los tanatorios de la provincia de Cádiz y a todo el personal al que afecta el convenio colectivo de Pompas Fúnebres de la provincia de Cádiz, que según denuncia el sindicato CCOO, se encuentra bloqueado por parte de la patronal, después de que el ámbito temporal del actual convenio finalizara hace ya año y medio.

Tras mantener contactos con representantes del sindicato, Álvarez lamenta que, “de acuerdo con los datos que nos aporta CCOO, los trabajadores de pompas fúnebres de la provincia de Cádiz tienen condiciones laborales que se encuentran muy por debajo al que tienen otras provincias cercanas como Sevilla o Málaga, tratándose incluso de las mismas empresas, algo que nos parece totalmente injusto”.

La diputada provincial recuerda que “durante toda la pandemia, y sobre todo en los momentos más duros del principio, estos trabajadores han estado al pie del cañón, atendiendo, prácticamente sin medios extraordinarios, a familiares de personas fallecidas, y ahora no se les reconoce este trabajo por parte de la patronal y tampoco se les incluye entre los colectivos esenciales que están recibiendo la vacuna en primer lugar, pese a estar en primera línea durante todos estos meses”.

Álvarez insta a la patronal a “tener cintura y reconocimiento hacia a los trabajadores”, al igual que pide a “ayuntamientos que participen de manera consorciada en la gestión de los tanatorios, como es el caso de Sanlúcar de Barrameda, que intercedan para que la negociación del convenio colectivo salga del punto muerto en el que se encuentra y se logren condiciones favorables para las plantillas de toda la provincia”.