«CA y PP sería un gobierno fuerte capaz de representar al 70 por ciento de los ciudadanos, a favor de que este pueblo tire hacia delante«, decía Juan Carlos Benavides en 2007.

«Un gobierno del PP en minoría apoyado desde fuera por el PSOE pero convertido en su rehén con la contrapartida de un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que marcaría la ruina para este pueblo«, decía el mismo que insultaba gravemente a Rocío Palacios cuando no era, como ahora, una compañera consustancial a sus intereses.

«La cuestión es muy simple: si el PP asume este reto, trabajaremos unidos, ofreciéndoles un acuerdo de gobierno en coalición sin contrapartidas y abiertos a todo«, decía el que habla de gobiernos progresistas. “Sin contrapartidas y abiertos a todo”, afirmaba entusiasmado quien no se quita de la boca a Izquierda Unida.

La prensa afirmaba que “el alcalde en funciones estaría incluso dispuesto a pasar a manos del PP las concejalías de Urbanismo y Turismo”, aseveraba el gran abanderado del progresismo local.

Aquellas declaraciones las acabó de la siguiente forma: “si el PP asume la propuesta, empezaremos a marchar juntos; si no lo asumen, gobernarán ellos en solitario con apoyos que le pasarán factura; o, por último, tendremos que gobernar en minoría en un escenario que no nos gusta porque consideramos que el reto que se nos presenta no es para sacarlo adelante en minoría«.

Ya ven, el líder conveniente suspiraba por el PP e insultaba al PSOE. Ahora ha invertido los papeles. Todo sea por intentar sentarse en el sillón de alcaldía.

En cualquier caso, es loable su vocación de servicio público. No hace falta relatar los sacrificios que ha tenido que hacer para poder seguir aportando su sabiduría, porque no ha hecho ninguno, pero hay que destacar su capacidad para insultar a todos aquellos que no están de acuerdo con él o que no lo han apoyado para que siga siendo alcalde de Almuñécar.

Entre sus cero sacrificios por Almuñécar está el de haber cobrado durante años más que el presidente del gobierno, costándole su salario al Ayuntamiento casi 100.000€ anuales. Otros como el de tener un súper chalé, el cual tuvo que vender por no poder mantenerlo tras perder la alcaldía. O el gran sacrificio de hacerse un palacio en Marruecos para poder ir cuando la alcaldesa convoca Pleno. No diréis que no estiraba el sueldo ese hombre.

Pero, al margen de eso, yo le diría, como consejo, que quizás no es buena idea llevar años insultando a una organización y a sus militantes, además de acosar a alguno de ellos, si quieres su apoyo en una situación como la que se dará próximamente.

Eso lo entendió muy bien uno de sus escuderos, un tal Ángel Ortega, que es secretario del grupo municipal de Convergencia.

Ese señor, al comienzo de la pasada legislatura, pasaba por mi oficina con cierta asiduidad para debatir conmigo amigablemente. En una de esas conversaciones llegó a afirmar que Benavides se había equivocado acosando a Fermín Tejero e insultando una y otra vez a Izquierda Unida. E iba más allá: mostraba la voluntad de colaborar contra el gobierno de derechas y la tránsfuga de su partido, la cual consolidaba tal gobierno. Como ven, ahí sí era el PP de derechas, no como cuando Benavides bebía los vientos por gobernar con ellos.

Al poco tiempo de que se sincerara conmigo, llegó una denuncia del juzgado firmada por el mismo Ángel Ortega en la que acusaba a Izquierda Unida de delito electoral y, por lo que sea, pese a tal estrechamiento de lazos, la relación se enfrió un poco. Cosas de la vida. Al margen de eso, el juzgado dio la razón a IU.

Que Ángel Ortega criticara a su jefe por usar su poder institucional para acosar a vecinos de nuestro pueblo, sólo era una manera de empatizar conmigo. Es muy importante empatizar. En todo caso, le agradezco su saber estar y altura de miras.

Además, tengo que decir que, para que nadie crea que Ángel es una persona desleal, me dijo que Benavides se había dado cuenta de que había sido un chico malo y había cambiado su actitud porque es buena persona.

Tal es así que, a comienzo de esta legislatura, para demostrar tal cambio, Benavides, su exseñora (en lo que a bienes se refiere) y unos amigos abordaron por la calle al concejal de IU Podemos, que iba junto a su pareja y unos amigos, y le dedicó unos cuantos insultos.

En otro alarde de saber estar, de demostración de ser un demócrata convencido, nuestro gran amigo convergente tiene a sueldo a una persona para que en RRSS vierta acusaciones graves, impute incluso delitos, insulte, calumnie y acose a personas que no son de su cuerda política.

Estas prácticas mafiosas, en tiempos en los que no existían las RRSS se traducían en espiar la vida personal de rivales políticos, falsificación de firmas en el Ayuntamiento, creación de denuncias falsas con las firmas falsificadas, atentados contra sus bienes, organizar contrapiquetes para reventar la huelga de los trabajadores de la recogida de basuras e insultar al comité de empresa… En fin, toda una retahíla de acciones muy graves que ha promovido el grupo político de este pueblo que ha ejercido como una auténtica mafia.

Si esto no les parece lo suficientemente progresista, puedo ir a lo meramente político o programático, aunque algunas de ellas también van de la mano de prácticas corruptas.

Porque no me negarán que lo más progresista del mundo es querer cargarse la agricultura del municipio destruyendo las vegas.

Igualmente, no me negarán que lo más progresista del mundo es haber privatizado muchos de nuestros servicios esenciales.

Lo más progresista del mundo es gastar millones de euros en construir un zoológico (ilegal), condenando a animales a vivir fuera de su hábitat, para poder irse con los de su partido de romería.

Lo más progresista del mundo es negar a representantes legítimamente elegidos una oficina en el ayuntamiento para poder atender a los vecinos y negarles información y documentación a la que deben tener acceso todos los/as representantes públicos.

Lo más progresista es adjudicar a dedo concesiones.

Lo más progresista del mundo es firmar decenas de convenios urbanísticos ilegales, cuyo dinero se gastó y ahora hay que devolver.

No me digan que no es progresista colocar a su exseñora como asesora por 37.000€ y a su hijo adjudicarle la TV municipal. Además, que la empresa con la que su hijo dirigía la TV ingresara cientos de miles de euros en publicidad con la empresa con la que firmó un convenio urbanístico, tras la firma del mismo.

Abro un paréntesis.

Hablo de “exseñora” porque están divorciados. Según denunció en su momento Rocío Palacios, la portavoz del PSOE en Almuñécar, Benavides se separó de su pareja para eludir el pago de la indemnización por arruinar la empresa municipal, Tropical Fruit. Lo que viene siendo delito de alzamiento de bienes. Eso denunció Rocío Palacios. Ahora, pelillos a la mar.

Sigo.

¿Acaso no es progresista que su hombre de confianza en el área de urbanismo, el arquitecto municipal, el cual fue inhabilitado, se construyera un chalé ilegal de 700 metros donde sólo se podían construir 100?

Puede que lo más progresista sea defender la ley que aprobaron PP, Vox y C’s con la que (des)regulan el urbanismo en Andalucía para que promotores y constructores puedan ponerse las botas construyendo en cualquier lugar y llenar de cemento nuestros pueblos y ciudades arrasando nuestros entornos naturales.

Pues, efectivamente, nada de eso es progresista. Ni se le acerca. Y ese, en gran parte, es el legado de quien lleva años riéndose de los vecinos y vecinas de Almuñécar y La Herradura.

Tampoco es anecdótico que, curiosamente, compartan interventores y apoderados con VOX.

Recuerdo nuevamente lo que decía Benavides en 2007: «La cuestión es muy simple: si el PP asume este reto, trabajaremos unidos, ofreciéndoles un acuerdo de gobierno en coalición sin contrapartidas y abiertos a todo«, decía el que habla de gobierno progresista. “Sin contrapartidas y abiertos a todo”.

Algunas personas tienen la memoria muy corta y a otras la falta de memoria se la provoca la falta de dignidad e intereses que nada tienen que ver con los de la mayoría que dicen representar.

Otras personas no olvidamos. Ni olvidamos, ni perdonamos.

Friendly reminder (recordatorio de buen rollo, que dicen los modernos en RRSS): pese a que Benavides anhelaba gobernar con el PP, y así lo mostró públicamente, no pudo por diversas circunstancias. Quien sí pudo formar gobierno con el PP, y así lo hizo, fue Rocío Palacios. Rocío Palacios, actual líder del PSOE, es la única persona, al margen de los concejales de Ciudadanos y Más Almuñécar, que ha gobernado con el PP.

Juani Boto