Con “nocturnidad y alevosía”. Así, ha actuado el gobierno andaluz de las tres derechas al modificar el escudo de Andalucía, un símbolo blindado por el propio Estatuto de Autonomía, concretamente en su artículo 3. Símbolos apartado 2, en el que se puede leer textualmente: “Andalucía tiene escudo propio, aprobado por la ley de su Parlamento, en el que figura la leyenda Andalucía por sí, para España y la Humanidad, teniendo en cuenta el acuerdo adoptado por la Asamblea de Ronda de 1918”, y en el apartado 5 recoge: “La protección que corresponde a los símbolos de Andalucía será la misma que corresponda a los demás símbolos del Estado”.

Y no solo realizan estas acciones de dudosa legalidad, sino que, además, presumen de las mismas. A la vista están las numerosas instantáneas que ha mostrado el gobierno de la Junta con el escudo modificado tanto en un pin en la chaqueta del presidente como en el atril donde realiza sus comparecencias.

Los que se hacen llamar “los adalides” de la legalidad resulta que se saltan y obvian los trámites legales para modificar la aplicación del Estatuto de Autonomía e ignoran sucesivos apartados de nuestro documento máximo andaluz. Los que se hacen llamar “constitucionalistas” resulta que son “antiandalucistas”, nada nuevo bajo el sol de nuestra tierra.

Y no solo debemos fijarnos en el “cómo” han realizado esta treta, donde han mancillado uno de los símbolos de nuestra tierra, sino que debemos fijarnos igualmente en el “cuándo”. En un momento histórico azotado por una crisis sanitaria galopante, con casi 15.000 casos confirmados y alrededor de 1300 personas fallecidas (a fecha 3 de mayo) de Covid-19, con los hospitales saturados, con cientos de miles de familias con dificultades para tener un plato de comida en la mesa, con una previsible caída del PIB de más de un 6%... ¿con todo lo que está cayendo, cambiar el escudo era la prioridad del gobierno del PP, Cs y VOX? ¿En esto emplean sus fuerzas y energías?

Pero no son las únicas preguntas que rondan mi cabeza, ¿lanzan este despropósito para atraer la atención mediática sobre este tema y así poder eclipsar todas las vergüenzas que tiene su gestión al frente del ejecutivo andaluz? Vergüenzas que, con la crisis sanitaria, se han hecho más visibles cual cabaña de madera donde un viento huracanado la deja solo en una raquítica estructura.

Mientras el gobierno andaluz dedica su tiempo, sus esfuerzos y el presupuesto en cambiar de forma ilegal el escudo de Andalucía, nuestra tierra necesita un modelo productivo nuevo, tal y como hemos denunciado en reiteradas ocasiones desde Adelante Andalucía y desde Izquierda Unida, que no se base únicamente en el turismo y en empleos precarios dentro del sector como ha ocurrido hasta ahora.

Llevan a cabo el cierre de inscripción en el Plan SYGA (Solidaridad y Garantía Alimentaria) desde el 7 de abril. Con esta acción los servicios sociales municipales no pueden derivar a este plan a las niñas y niños que lo necesitan desde dicha fecha dejando a numerosas familias andaluzas sin poder acceder. Pero para el gobierno de la Junta era más prioritario modificar el escudo o mostrar su apoyo al sector de la tauromaquia.

El aspecto sanitario no está exento de sombras. A los interrogantes que tienen las familias que sufren Trastornos de Conducta Alimentaria, se une la distribución de miles de mascarillas defectuosas que han tenido que retirar de forma urgente en los últimos días. Pero claro, lo más importante era modificar el símbolo de todas y todos los andaluces.

En otro ámbito donde observamos que el barco de Moreno Bonilla hace aguas es en todo lo que ha acontecido con RTVA durante esta cuarentena en la que se han sucedido numerosas denuncias por parte de los sindicatos y de las y los profesionales de Canal Sur por la manipulación informativa durante la crisis sanitaria. Los medios de comunicación son un elemento clave para la sociedad como herramienta de información de utilidad y en esta época cobra aún más importancia su enorme función la cual debe ser protegida por los poderes públicos. Esta falta de objetividad informativa ha hecho que RTVA, según los datos que ha hecho públicos el Sindicato de Periodista de Andalucía, pasen del 8,7% el 14 marzo, día en el que se declara el estado de alarma, al 6,1% el 6 de abril, prácticamente la cifra más baja de la historia de esta cadena. Este hecho demuestra que los informativos de RTVA están perdiendo la confianza del pueblo andaluz.

Pero no es el único frente que tienen abierto respecto a la radio televisión pública andaluza, ya que el nombramiento de la nueva delegada de RTVA en Madrid no está exenta de polémica. Por un lado, con el aumento del sueldo en 17.500 euros anuales respecto a su antecesora y, por otro, por la realización de directos desde su casa de Sevilla rotulando que está en Madrid tal y como denunció el Sindicato de Periodistas Andaluces afiliadas/os a CCOO.

Y si todo esto no fuera suficiente, pretenden seguir con la idea del cierre anillo de Granada lo que añadiría más contaminación al maltrecho aire que tiene la capital nazarí, ignorando varios estudios que afirman que una de las razones de la mayor incidencia del Covid-19 en Granada sea la enorme polución producida por el transporte privado.

No son pocos los frentes que la Junta ha abierto durante estos dos últimos meses por acción u por omisión, a los que debe hacer frente, pero, en ningún caso, debe usar los símbolos de nuestro pueblo para uso individual o para eclipsar mediáticamente su gestión en los temas comentados con anterioridad. Por eso, con las razones que fueren, el gobierno andaluz debe dar marcha atrás en cuanto a la modificación del escudo andaluz, puesto que si alguien tiene derecho en nuestra tierra a modificarlo es el pueblo soberano andaluz.