El Área de Educación, a través de su portavoz de Educación en el Parlamento andaluz, Marina Segura, muestra su satisfacción con el paso atrás del gobierno central en sus planes contra la educación pública

Marina Segura afirma que “la movilización sirve y la comunidad educativa al completo lo ha demostrado con creces”. Así se ha expresado la portavoz de educación del Grupo parlamentario de IU Andalucía tras conocer que el ministro Wert no va a presentar hoy al Consejo de Ministros su contrarreforma educativa luego de que la huelga general de la enseñanza convocada en todas las etapas del sistema, desde infantil hasta la Universidad “haya sido un éxito de toda la comunidad educativa”.

Para Segura, se hacía necesario un rechazo masivo a la política y la contrarreforma educativa “antipedagógica, segregadora, antidemocrática, adoctrinadora y mercantilista” que, un día después de la huelga, “pretendía reinstaurar el modelo educativo franquista, elitista y segregador de antes de los 80”. 

“El ministro Wert ha sido capaz de algo muy difícil: poner de acuerdo a todos los actores de la educación, padres y madres, profesorado y alumnado, en contra de una propuesta que tan solo recoge las exigencias de las organizaciones católicas y de los sectores más reaccionario de la comunidad educativa”, enfatizó la parlamentaria de IU.

Por todo esto, IU Andalucía hace un llamamiento para seguir en la movilización y seguir demostrando que “queremos una educación como derecho fundamental de las personas y no como un bien al servicio del mercado”. 

Para ello IU Andalucía defiende que resulta “necesario y urgente” un pacto de la gran mayoría social en defensa y por la construcción de la escuela pública, y una respuesta “conjunta y en bloque” para conseguir la retirada inmediata de la LOMCE, la dimisión del ministro Wert “por desmantelar el sistema educativo público”. Segura también reclama la apertura de un “amplio debate” para alcanzar un diagnóstico compartido con toda la comunidad educativa y las fuerzas políticas y sociales sobre la situación real del sistema público educativo, y la construcción del modelo de una escuela pública que “contribuya al éxito escolar” de todo el alumnado y a la formación de personas “más iguales, más libres, más críticas y más creativas que aporten su formación en la construcción de un mundo más justo y mejor”.