Con la cruz a cuestas

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Publicado:6 de Mayo de 2022
Con la cruz a cuestas camino de la sierra de San Cristóbal, es algo que me recuerda a aquella cita del Evangelio: “Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario”. Sin embargo dista mucho un acontecimiento del otro y no se parecen en nada: a Jesús lo entregaron los judíos y los sumos sacerdotes a las autoridades romanas para que lo crucificaran. A los jóvenes católicos protagonistas de esta hazaña, que yo sepa, no los entrega nadie. Es más, ellos voluntariamente quieren cargar con una gran cruz de doscientos kilos y seis metros de altura, como si el valor de la misma estuviera en su peso y en su tamaño. Llevará grabado el eslogan: “Reinaré en España”. ¿No fue Jesús de Nazaret quien en el interrogatorio de Pilatos dijo: “Mi reino no es de este mundo”?.
¿Es que este movimiento nacional no se ha enterado que España es un país aconfesional? Este discurso me suena a derecha rancia, anclada en unos valores tradicionales que más tienen que ver con la historia medieval de la época de las cruzadas en la que se hacía la guerra en nombre de Dios. ¿De qué Dios me pregunto? ¿Del Dios guerrero y castigador del Antiguo Testamento?. La cruz de Cristo ha sido utilizada para invadir a otros pueblos, con la cruz en la mano se conquistó América. Para mí, una simple cristiana de base, ese hecho es tomar el nombre de Dios en vano. Dios es amor y no creo que esté contento con quienes quieren cargar una cruz tan por puro divertimento.
Yo pienso que en la actualidad hay mucha gente que sufre y que carga con cruces pesadas impuestas por el capitalismo y un sociedad hedonista a la que hay que ayudarle a bajar de la cruz, es nuestro deber como cristiano o cristiana aliviar las cruces de los demás .La única cruz que Jesús acepta y que nosotros y nosotras podemos cargar es la cruz consecuente de quitar las cruces a los demás. Esa cruz se llama “solidaridad”, “no violencia”, “generosidad”, “justicia”, “amor”, “empatía”, “compromiso”, “paz”...Precisamente valores humanos que ayudan a quienes lo están pasando realmente mal y su mejor consuelo es comprometernos con sus causas.
En fin, que cada cual cargue con su cruz y siga su camino, los jóvenes católicos del movimiento “España cristiana ” lo harán del Castillo de San Marcos a la sierra de San Cristóbal. Yo prefiero hacerlo por la periferia, allá por donde la gente más nos necesite.