CAMBIEMOS EL MUNDO CALLE A CALLE!

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Publicado:22 de Mayo de 2025
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¡El 23 de mayo tomemos la calle para la infancia!
Como en años anteriores, el movimiento Clean Cities, una coalición europea de más de 80 ONG, asociaciones medioambientales, movimientos de base y organizaciones de la sociedad civil que tiene como objetivo la movilidad urbana con cero emisiones para 2030, ha convocado una jornada de acciones en toda España. El objetivo que se persigue es que las calles de nuestras ciudades sean seguras y accesibles para todos y todas, partiendo de la experiencia de la infancia.
Se trata de crear «una ciudad a la altura del niño». Las ciudades actuales han obligado a los niños y niñas a retirarse de los espacios públicos urbanos. Debemos recuperar estos espacios para los niños, cuestionando el lugar del automóvil, fomentando la movilidad autónoma y el juego libre y animando a los niños a participar realmente en la configuración de la ciudad.
Una ciudad que estimule su desarrollo como persona en una etapa decisiva de su vida, que promueva su autonomía y su seguridad, y con ella la de todas las demás personas. La ciudad de los niños es la que favorece la exploración de lugares en compañía de otros iguales, estimulando así su inteligencia y su creatividad.
Los niños y las niñas deberían poder ir a la escuela a pie, en bicicleta o en patinete todos los días, sin verse obligados a respirar la contaminación tóxica del aire o a circular por carreteras congestionadas y peligrosas.
Más del 90% de los niños y niñas del mundo respiran aire contaminado cada día La contaminación del tráfico en Europa causa el 33% de los casos de asma infantil y aumenta el riesgo a padecer esta dolencia en un 45%. Una parte importante de este aire tóxico que respiran sucede en el camino de ida y vuelta al colegio. Un estudio realizado por Ecologistas en Acción entre noviembre de 2024 y febrero de 2025 en zonas especialmente sensibles, como los entornos escolares, en varias localidades españolas, ha arrojado unos resultados descorazonadores: el 87 % de los entornos escolares y espacios sensibles analizados no cumplen los límites de la nueva directiva sobre calidad del aire y en el 20% de los centros escolares analizados se respira un aire inaceptable en términos legales que, recordemos, cuadruplica el nivel máximo recomendado por la OMS.
Los niños y niñas son uno de los grupos de población más sensibles a la contaminación atmosférica y existe evidencia de que una alta contaminación del aire puede afectar incluso a su rendimiento escolar diario, exacerbando las enfermedades respiratorias, la fatiga, el absentismo y los problemas de atención.
En el campo emocional, diferentes investigaciones, como la publicada recientemente por la Universidad de Granada, apuntan a los beneficios que tiene ir a la escuela de una manera activa (andando, en bicicleta o en patinete) en el bienestar integral de los menores, no solo en los aspectos físicos, también en los sociales, emocionales y académicos. Ir a clase de esta manera mejora la autoestima, la autonomía de los niños y niñas y su salud individual.
Pues bien, este 23 de mayo, la coalición europea de ONG y grupos de base “CleanCities”, ha convocado de nuevo una jornada europea de reivindicación de calles abiertas para la infancia, entornos escolares seguros, aire limpio y autonomía infantil. Una jornada que se está planteando en términos divertidos y altamente participativos. La campaña defiende la movilidad activa, compartida y eléctrica para un futuro urbano más habitable y sostenible. Se demandan colegios limpios de tráfico motorizado y aumentar la movilidad activa. Un propósito noble, vanguardista y conectado con la transformación del espacio público que muchas ciudades abordan en la actualidad.
Desde Izquierda Unida queremos mostrar nuestro más amplio respaldo a esta convocatoria, invitar al conjunto de las comunidades educativas de nuestro país y al conjunto de la ciudadanía a respaldar esta iniciativa.
Para IU, un reverdecimiento de las escuelas, sus patios y sus entornos, puede convertirse en una de las piezas más importantes e impulsoras para transformar las ciudades.
Nuestras ciudades y regiones tienen que plantearse de forma integral que los recursos que precisan estén incorporados en su entorno para reducir, como primera necesidad, los kilómetros que nos movemos y los que se mueven los recursos que consumimos.
Por ello es necesario que el movimiento de las Clean Cities o la Revuelta Escolar, se reflejen en cambios en los hábitos personales, pero también en medidas que deben de tomar a cabo las instituciones. Es imprescindible que los ayuntamientos pongan en marcha un nuevo reparto de los espacios públicos donde primen los espacios para las personas frente a la preponderancia del automóvil, pacificando el tráfico, construyendo carriles ciclables que puedan ser usados profusamente por bicicletas y los nuevos VMP, que se potencie el transporte público colectivo, especialmente el ferrocarril y los medios electrificados.
Pero también, las Comunidades Autónomas deben mantener abiertos los centros escolares rurales. Para que los niños y y niñas de las zonas rurales puedan ser escolarizadas en su entorno. Debe de detenerse el cierre de unidades y centros de la red pública que están llevando a cabo algunos gobiernos, todas las familias y todos los entornos urbanos deben de gozar de centros educativos públicos y de calidad, que permitan a los escolares acudir a un centro próximo a su domicilio.
El derecho a la calle de los niños y niñas, debe enmarcarse en un contexto político y económico de Decrecimiento, que haga compatible una reducción del consumo con el avance en derechos. Una vida digna y en Paz, posible por el disfrute de otros derechos, como el derecho al trabajo; el derecho a la vivienda; el derecho a la sanidad, el derecho al agua o la energía, o el derecho a la cultura.
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