En estas tres semanas de confinamiento por el COVID-19 hay muchos "pescadores" (no son tantos, pero sus altavoces los multiplican) que tratan de conseguir sus "ganancias" en este "río revuelto". Me refiero, lógicamente, a las ganancias de índole política, dejando muy a las claras la catadura moral de muchos (por no decir todos) de estos "pescadores" oportunistas.

Por un lado, la proliferación de bulos, "fakes" y vídeos o imágenes manipulados sobrepasan lo éticamente aceptado. La campaña contra este gobierno de coalición (PSOE-Unidas Podemos) es brutal, y si a este, ya de por sí, "río revuelto" en que nos encontramos ante una situación inédita en la democracia española (inédito el confinamiento e inédita la coalición que nos gobierna), le sumamos el entendible enfado de la población ante el miedo, lógico, y la decepción que nos arrojan las cifras del coronavirus día tras día, el "río" no solo está revuelto, sino que más bien parece afectado por una especie de tsunami apocalíptico. Cualquiera de nosotros que comparta diversos grupos de redes sociales (diversos en lo ideológico o en lo laboral, por ejemplo) habrá sentido, como yo, la sensación de actuar de apagafuegos tras cada uno de los bulos compartidos por (me temo) millones de usuarios. La inmediatez tecnológica en estos tiempos es contraria al raciocinio y al sosiego para contrastar una información que, en nuestro incendio interior de confinamiento, nos empuja irremediablemente a difundir cayendo en la red de los "pescadores", para quienes desde su posición "francotiradora" imagino momentos de regocijo y felicidad a costa desequilibrar los cimientos de nuestra democracia. Porque, no nos engañemos, detrás de ellos vuelve a estar el eterno fascismo arengado ahora (por primera vez en nuestra historia democrática) desde altavoces políticos. Nos toca, una vez más, a los antifascistas denunciar a quienes están detrás de esta campaña (ya Unidas Podemos lo está haciendo ante la Fiscalía) y advertir del peligro a aquellos impulsivos que (me temo, de nuevo) jamás contrastarán una noticia antes de lanzarla al turbio mundo de las redes sociales. En esas estamos y en esas seguiremos, callarnos sería colaborar con el altavoz fascista y no estamos en condiciones de volver a arrepentirnos cuando sea ya demasiado tarde.

Por otro lado, en el ámbito de la gestión política estamos también viendo con absoluta perplejidad a otros "pescadores" en la Junta de Andalucía que aprobaron (PP, C´s y Vox) la convalidación de un Decreto Ley que ya levantó ampollas a principios de marzo y que ahora con "alarmidad" y alevosía, y con la excusa de la mejora en la inversión (pero sin estar relacionado con el COVID-19) aprueban por la puerta de atrás para facilitar la simplificación de 21 leyes y 6 reglamentos relacionados (¡oh!, sorpresa neoliberal) con la protección medioambiental y la ley urbanística. Otro futuro "pelotazo" que allanará el terreno a la especulación y al ataque a nuestro paisaje natural. ¿Os suena de algo? Otra vez la derecha por sus fueros, volviendo a olvidar aquellos años de la burbuja inmobiliaria y sus consecuencias.

Pues en esas estamos, apagando fuegos insurrectos desde tribunas fascistas y preparando la mochila para todo lo que nos queda por delante contra la gestión de las derechas en la Junta. Frente a estos "pescadores" estaremos, con río revuelto o sin él. No os quepa duda.

Pedro Pablo Santamaría Curtido,

Coordinador de Izquierda Unida Rota