25N: Cuestión de Estado

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    24 de Noviembre de 2023

Violencia física. Violencia psicológica. Violencia económica. Violencia sexual. Violencia institucional. Violencia política. Reconocer todas las violencias machistas y luchar contra sus distintas manifestaciones es una cuestión de Estado en defensa de nuestra propia democracia.

Las políticas públicas puestas en marcha en los últimos años han avanzado mucho en este sentido, determinadas por el mandato revolucionario de un movimiento feminista que ya forma parte del sentido común mayoritario en este país y que está avisando de su capacidad más transformadora. Lo vimos en la respuesta social ante el beso no consentido a Jenni Hermoso. Cuando la sociedad dijo, masivamente, se acabó.

Lo tenemos claro. Es cuestión de Estado visibilizar, decía antes, todas las violencias machistas y sus distintas manifestaciones como la violencia hacia la pareja o la expareja, el acoso sexual y las violaciones, el ataque a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, el acoso laboral, la feminización de los trabajos más precarios, la discriminación laboral y salarial, la mercantilización de los cuerpos de las mujeres y las niñas a través de la prostitución, la sexualización de las niñas, la violencia ejercida a través de los medios de comunicación o la publicidad o la mutilación genital femenina…

Por eso seguimos combatiendo el negacionismo implantado en los discursos a pie de calle y el negacionismo legitimado en el ámbito institucional como expresiones también de la violencia machista. Y es que el avance del feminismo materializado en importantes victorias colectivas ha removido la necesidad del sistema patriarcal, apoyado en el capitalismo más incompatible con la vida, de valerse de la extrema derecha para señalar la lucha feminista como origen de todo mal, invalidarla y tumbar así las posibilidades de transformación de un feminismo que a pesar de todo sigue resistiendo con determinación y contundencia.

Avanzamos. Pero queda un largo camino por recorrer con un matiz que se antoja clave. Interpelar a los hombres. Desde el ámbito personal y privado hasta el espacio público e institucional. Porque en cada hombre hay una revolución feminista pendiente que pasa por romper ese pacto de silencio entre caballeros que sostiene también la violencia machista.

Por eso el mensaje ‘Tú decides, mujer’ es simplista. Incluso violento. Ojalá fuéramos nosotras, las mujeres, quienes decidiéramos por ejemplo ir tranquilas por las calles sabiendo que nadie nos va a acosar o violentar. Ojalá fuéramos nosotras quienes decidiéramos no sufrir ni un ataque machista más. Y ojalá fuéramos nosotras quienes decidiéramos también contar con el compromiso de nuestro gobierno local.

La revolución feminista será cuestión de Estado o no será.

 

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