IZQUIERDA UNIDA HACE UNA LLAMADA A REFORZAR LA EDUCACIÓN PARA LA PAZ PARA DETENER LA ESCALADA MILITARISTA Y DE VIOLENCIA

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“No existen guerras justas y guerras injustas, solo existen malditas guerras”

Antonio Fraguas Forges


La red de Educación de Izquierda Unida ha hecho público un comunicado exhortando al conjunto de la comunidad educativa del Estado español, a reforzar contenidos y actividades ligados a la educación para la Paz.

La educación para la paz debe estar integrada en los centros educativos desde siempre, pero en momentos como el actual, en que chicos y chicas están asistiendo a un Genocidio en directo retransmitido por la televisión, o con una guerra en la vieja Europa que se prolonga sin sentido, es más necesario que nunca insistir.

La educación para la Paz es una obligación recogida a nivel internacional desde la creación de las Naciones Unidas en noviembre de 1945, cuando se crea la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (la UNESCO) con el objetivo de contribuir a la paz y a la seguridad en el mundo mediante la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones. En su preámbulo proclama: «Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres y las mujeres, es en la mente de los hombres y de las mujeres donde deben erigirse los baluartes de la paz».

En el ámbito del estado español, la Ley 27/2005, de 30 de noviembre, de Fomento de la Educación y la Cultura de Paz, ha establecido una serie de medidas destinadas al ámbito educativo y de la investigación, con el objeto de establecer la Cultura de Paz y No-Violencia en nuestra sociedad. Y contempla en su artículo 2, una batería de medidas para promover desde la Escuela los valores de la cultura de Paz, No Violencia, Derechos Humanos o rechazo a la Guerra.

La LOMLOE, la ley orgánica de Educación vigente, en la línea que lo hacían sus antecesores textos legales, recoge como principios y contenidos transversales de la Educación, la educación para la paz y la no violencia, la educación en derechos humanos, o la educación para la convivencia, el respeto, la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los mismos, así como para la no violencia en todos los ámbitos de la vida personal, familiar y social.

Pero la realidad a la que estamos asistiendo es que la Educación informal, la que llega a nuestros niños y niñas y adolescentes, desde medios comunicación y líderes políticos, nos habla de necesidad de rearme, “derecho a defenderse y vengarse”, de costoso y sofisticado armamento o de justificación de las muertes y los bombardeos.

El gasto militar mundial alcanzó en 2023 los 2,44 billones de dólares en 2023. Mientras que en España, desde 2019 ha aumentado un 62,4%, pasando de 10.283 millones de euros anuales. Y el riesgo de una confrontación a gran escala, incluso con armas nucleares, es una amenaza real.

Frente a ello debemos trabajar en los centros escolares la comprensión internacional, contrarrestar la idea del enemigo, fomentar la solidaridad, inculcar el convencimiento de que las naciones han de cooperar con las organizaciones internacionales y, sobre todo, vivir en los centros escolares los principios de la democracia, la libertad y la igualdad.


Debemos impulsar, hoy más que nunca, un programa de construcción de una educación integral, crítica y emancipadora, que permita a los chicos y chicas ponerse en la piel de quien sufre la injusticia y la violencia, reflexionar sobre ello y analizar sus causas y sus consecuencias.

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