Antes de nada, desde Izquierda Unida Málaga queremos trasladar nuestras condolencias a familiares y amistades de las personas fallecidas por causa del Covid-19. Igualmente trasladar nuestros más intensos deseos de pronta mejoría para aquellas personas que actualmente se ven afectadas por ello.

Es obligatorio, en cualquier repaso a la actualidad, comenzar agradeciendo a todas las personas que están dándolo todo en esta crisis sin precedentes. A todos los profesionales que conforman el sistema sanitario, a quienes cuidan a los más débiles, a quienes nos atienden en comercios imprescindibles para que podamos comer o medicarnos, a quienes garantizan el suministro de productos de primera necesidad (desde quienes los producen a quienes lo trasladan), a quienes continúan limpiando nuestras calles, recogiendo y tratando nuestros residuos, a quienes nos informan minuto a minuto, a quienes nos asesoran, desde los y las trabajadoras públicas hasta el trabajo innegable de los sindicatos, de los y las sindicalistas que en estos días se están batiendo el cobre para guiar a trabajadores, autónomos y Pymes, así como denunciar abusos de gente de negocio (no se les puede llamar empresarios) que ponen por delante la usura a la salud.

Trabajadoras, trabajadores, autónomos, pequeñas empresas, son los que dan forma al concepto abstracto de PUEBLO, y en estos momentos se está demostrando algo que para la izquierda se viene poniendo por delante siempre, que SOLO EL PUEBLO DEFIENDE EL PUEBLO.

Pero no sólo eso, esta crisis sanitaria, económica y social coyuntural, además sitúa en el centro aquello del TODO EL PODER PARA LO PÚBLICO. Pone de manifiesto la necesidad de unos servicios públicos (en todos los sentidos) fuertes. Y decimos en todos los sentidos porque esta pandemia, esta alerta sanitara ha sacado a la luz tanto las carencias de un sistema sanitario desangrado durante los últimos años por políticas neoliberales de recortes y austericido. Como el propio papel del Estado -en su amplio sentido- sobre el que se da la paradoja de quienes defendían (y defienden) el principio de “mientras menos estado mejor” y han estado despojándolo de su capacidad de incidencia en la economía, ahora claman la intervención del Estado para atajar la crisis.

El patriotismo no se mide por la altura o la dimensión que puede alcanzar o tener una bandera, sino en la capacidad que tenemos como colectivo de dar respuesta a los problemas que nos encontramos. Esta crisis la tenemos, todxs, como colectivo humano, afrontar con un doble objetivo. Tanto de pasarla con las menores consecuencias posibles, como de aprender la lección.

La capacidad de intervención del Estado – en su amplio sentido- que en estos momentos está redistribuyendo y asegurando el acceso a bienes y servicios (no sin dificultades), debe tomarse como principio básico en la recuperación de esta abrupta coyuntura. Hoy más que nunca: planificación, dirección y redistribución pública de la economía.

Desde Izquierda Unida Málaga seguimos con nuestros llamamientos a la responsabilidad común, y en este sentido, en estos momentos tenemos que decir que las excepciones sobre las que podemos salir de casa no pueden ser excusas para estar continuamente saliendo y entrando. Este virus se para con más médicos, enfermeros y medios, pero también, y sobre todo se para evitando nuevos contagios, para lo que es primordial evitar los contactos a la máxima expresión.

Todo lo que hagamos hoy, será hacer que el horizonte se esclarezca antes o después. Todo lo que no hagamos hoy, estaremos más cerca de hacerlo en el futuro. #QuédateEnCasa

Ese antes o después marcará las consecuencias en la economía, en una crisis que nadie puede calcular sus efectos, pero si está claro cuales son sus principales víctimas. Y por ello, saludamos el camino marcado por el Gobierno de España en cuanto a las medidas aprobadas en los últimos Consejos de Ministros, sobre todo el del martes pasado.

Proteger a los trabajadores, autónomos y pymes para evitar la quiebra y que la arista económica y en el empleo sea temporal. Proteger a las personas a través de moratorias en las hipotecas, garantizar los suministros vitales básicos, así como incrementar el gasto social tanto del Estado como de las CCAA… todo movilizando unos 200.000 millones de euros.

Medidas en las que sobre todo ponemos en valor el camino mostrado. Seguro que hay muchas circunstancias que no se ven atendidas en estas primeras iniciativas, es donde debemos seguir trabajando con la intención que nadie se quede atrás. Pero no por ello debemos obviar, y valorar lo que sí es ya una realidad y es que, en esta crisis, a diferencia de otras en las que no hay que hacer un ejercicio extremo de memoria, lo que se pretende es rescatar a las personas.

No vamos a decir lo que otros hubiesen hecho porque, por fortuna para la Clase Trabajadora (tanto por cuenta ajena, como autónomos o Pymes), no están en capacidad de hacerlo. Pero ya sabemos como son las consecuencias cuando se atajan crisis como esta desde la defensa a ultranza de políticas neoliberales, lo vimos en la crisis del 2008 o lo estamos viendo en otros países donde se está poniendo por delante evitar la quiebra económica a costa de la salud de todos sus conciudadanos.